Plantearemos una reflexión sobre el riesgo de visualizar únicamente la “digitalización”, sin considerar la imprescindible visión “transformadora” del concepto. No podemos ignorar este proceso… pero sí podemos decidir incorporarlo (o no) a la estrategia de la entidad, el cómo y el cuándo. Con unas expectativas y un potencial enorme para las organizaciones, el proceso de Transformación Digital no está exento de riesgos y barreras que debemos valorar, ponderar y, posiblemente, asumir… El primero de ellos, poner el foco en las (quasi-infinitas) tecnologías disponibles frente a la realidad de nuestra base social – interna y externa – y el obligado pragmatismo que debe acompañar a uno de los más relevantes – y transversales, e invasivos – procesos que deberá abordar su organización. Pondremos un especial énfasis en ubicar el voluntariado como impulsor, actor y/o destinatario de la Transformación Digital: del riesgo a la “ventaja competitiva”. La lluvia de recursos en estos últimos (y próximos) meses para impulsar la Transformación Digital – ponencias, convocatorias, proveedores, herramientas – significa que debemos ponernos a ello… ¿o no?